Algunas personas tienen problemas para hacer valer sus derechos de un modo asertivo y tienen a reaccionar de formas poco apropiadas que les crean problemas en sus relaciones, así como estrés y malestar. Pero la asertividad es una habilidad que puede aprenderse.
Cuando no eres asertivo, tiendes a responder de dos maneras distintas, que
a veces se dan en la misma persona, en diferentes momentos:
1. Sumisión. Pueden ceder, someterse y no hacer valer
sus derechos. En este caso, es posible que luego se sientan dolidas, humilladas,
resentidas o débiles. No es raro que recurran a comportamientos agresivos-pasivos.
Es decir, comportamientos con los que tratan de vengarse de un modo indirecto.
Por ejemplo, aceptan hacer un favor a alguien pero luego lo "olvidan"
o hacen "sin querer" algo que perjudica o molesta a la otra persona
afirmando después no haberse dado cuenta. Esta es una forma inmadura
de afrontar este problema y tiende a crear conflictos
en las relaciones o destruirlas.